miércoles, 13 de julio de 2011




Quedaría implícita la incapacidad del hombre para proceder de manera adecuada en el cien por ciento de los problemas, aún y cuando estos son razonables, solucionables o manejables. Entendiendo esta medula falsa espinal; comprendemos la complejidad en la que a veces nos vemos envueltos, pensamientos negativos, magnificación de sucesos irrelevantes, la búsqueda constante de los problemas donde muchas veces no los hay, parece un tema frívolo, por el contrario es objeto de culto y análisis pendiente de solución en fondo y forma.
Modelados a la antigua usanza del viejo oeste, a modo de elegido por el tiempo y el espacio correcto; donde aquellos ingleses que arribaron a la región noramericana en búsqueda de la riqueza en la tierra prometida, el hombre ambiciona y envidia la suerte de los demás, vivir en un departamento de cuatro por cuatro, deber el refrigerador toda una vida, soñar con las vacaciones millonarias son detonantes de una vida insatisfecha llena de anhelos sin alcanzar, como si el nacimiento y vida del ser fuese infecundo y traicionado por los astros que designan el destino de la suerte… Solo queda tiempo para admirar una película en donde logremos transportarnos a ser por unos minutos el héroe millonario y galan del film. ¿Donde quedo el ímpetu? ¿Dónde están los sueños? ¿Por qué rendirse del sueño eterno del éxito, si esta es la única vez que vamos a tocar este paraje terrenal? Implica el mencionado análisis objetivo de las situaciones, para traducir la suerte en tenacidad, los tropiezos en etapas del clima, las oportunidades truncadas en el alejamiento de nuestros sueños y nuestra mente.
Todo inicia en el buen manejo del tedio y el aburrimiento dentro de los procesos de perfección y búsqueda de las oportunidades y los oficios, ¿Cómo manejo y entiendo el proceso que me lleva a estar entre el punto A y el punto B? ¿Cómo puedo hacer un buen arroz verde si me da miedo fracasar y fracasar en el proceso? No lo sé pero calculo que 1 de cada 10 mujeres sabe hacer un buen arroz verde, ya no menciono el .5 de cada 10 hombres, el tema es que el arroz es apasionante en textura y sabor, casi todas las regiones del planeta le han otorgado un toque especifico a este grano, ¿Por qué resulta tan difícil que no quede aguado, seco, quemado?, para mí todo radica de nuevo en el manejo del aburrimiento y el tedio ya que somos incapaces de soportar el proceso de cocimiento, condimentación y sazón una y otra vez hasta que me salga. Tal vez los lectores no encuentren en el arroz una razón para vivir y ser felices, el secreto está en encontrar lo que representa nuestro arroz en la vida y este llevarlo al sublime nivel de lo perfecto, esa es la diferencia que existe entre los que triunfan y los que prefieren no estar presentes en la vida. Ser un cowboy en nuestros tiempos requiere dejar las historias de novela a un lado de nuestras vidas…
Saludos

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