viernes, 6 de julio de 2012

Viaje1

Viajando entre extraños, tratando de entender que hacemos aquí después de haber cometido tantos errores, así como elaborado varios aciertos, la magia del momento inesperado resulta conmovedora, resulta solo una vista a lo que puede ser. Indispensable es guardar la calma, sin embargo ya estamos clavados sobre el tren, yo soy un tren rumbo norte que nada puede detener, comparto con algunas familias mis credos, soporto cargas de mas de 20 toneladas, mantengo mi vista sobre la guía de la estrella nórdica, con ella nunca me perderé, creo en las adas, creo en mi Dios, siempre esta a mi lado, comparto también una vida de recuerdos, añoranzas y rencores, nunca lograre dejar atrás mi pasado?, siempre tendré la consigna de recordar? Admiro la pesadez de la gravedad que mantiene el perímetro físico al rededor de la tierra. que imán tan grande y sofisticado sofoca a los seres vivos, a los objetos, los pensamientos, el amor y tanto desamor dentro de la atmosferá. Volteo hacia la ventana, son mirillas separadas casi por 25 cm cada una, máximo en cada mirada tengo dos vistas, observo las nubes que pasan... No, el que pasa soy yo, ellas casi inmóviles, tenuemente empujadas por la brisa a 7000 km deslumbran con su magia al gran halcón. Pido paz para el mundo, realmente eso pido? Sigo confundido entre las imágenes que pasan por mi mente en este momento. Quiero llegar, falta demasiado, creo que mi vida es así, es como un largo vuelo a Europa, deseas llegar comiendote las horas transformadoras en segundos, eso es solo fantasía, ya que tras una meta maravillosa existe un gran camino por recorrer, por eso yo me subo a los aviones ya que una vez dentro no hay manera de bajarte a menos de que la colisión obstruya trágicamente el viaje.