jueves, 17 de febrero de 2011

Kiki de Montparnasse


En qué grado deplorable encontré el café en ese lugar, no era más que un salpullido aromático con sabor fuerte y amargo, no es que sea fan de la cadena de oficinas cafeteras más grande del mundo, pero este en especial era una porquería. Curiosamente a mi lado convivían al estilo negocio montado al instante, un tipo vestido de traje de lino, con un escuadrón de supuestos abogados comentando de mesa a mesa la estrategia a seguir, siguiendo instrucciones sobre lo que la cita les agendaba, dando ordenamientos enérgicos (chistosísimo), como si el líder tuviera montada su oficina en aquel café.


Esa mañana desperté con cierta pesadez, pienso que fue conducida por el desvelo, aquel noticiero, aquella serie que veía entre parpadeos, aquel foro de discusión sobre la Kiki de Montparnasse encarcelada.


Esperen, el hombre de negocios ya salió a caminar por la banqueta manoteando por un lado y dando instrucciones por medio de un teléfono celular por el otro, ha ya entendí!, es que llego una mujer impresionante al café, ella no es parte de su sequito, ella espera a alguien, creo que él la quiere impresionar, me pregunto si un hombre con oficina simulada en un café, podría cautivar a una mujer cautivada?.


Los temas en el foro de debate fueron 3, dos relacionados con asuntos relativos a la diplomacia internacional y el último sobre el regreso a las labores de una reportera despedida.
Ya volvió a entrar el jefe de la oficina montada en 2 mesitas de café, dio instrucciones de llamar a un tal Sr. Blablablá, jajajajaja, esta súper cagado. Realmente siente que su oficina está en lo más alto de la torre mayor, eso no es todo, una que parece su secretaria, le paso una llamada en un celular con colguije de osito, a leguas se ve que es un hombre de negocios ya que su llamada lo condujo de nuevo a una charla en su balcón imaginario (la calle).


Yo podría seguir relatando mi insomnio, así como podría seguir mofándome de mi vecino, creo que es mejor entender que los malentendidos manipulados nos llevaran a conflictos interminables e irreparables, máxime cuando uno de los participantes siente que lleva derecho de piso por el tiempo que lleva trascurrida su vida sobre la tierra.