jueves, 17 de marzo de 2011

Sobredosis de TV, no creo poder resistir.....


El numero de imágenes enviadas a el cerebro humano que genera un televisor por segundo es superior al que cualquier ser humano podría asimilar, causando un frenesí de imágenes posterior aun y cuando el televisor se encuentre apagado, relajando la mente en un estado catatónico y placentero, por lo que el televisor nos relaja y nos transporta a la nada, más o menos la misma sensación que nos puede abastecer un vaso de whiskey, unos hongos, un petard, etc.


El hecho es que en un libre albedrio los adultos podemos ejercer nuestra autocomplacencia merecida y desconectar los motores por el tiempo que resulte necesario y placentero, en el caso de los niños es diferente, ya que ellos entran en este estado caótico placentero de forma inmediata, dotando de imágenes y confusión continua y posterior por mucho tiempo, arraigando a el individuo a una adicción de placer del momento estático, las imágenes pre construidas vacían pero curiosamente llenan de información las pequeñas mentes, olvidando el maravilloso proceso creativo que la naturaleza nos ha obsequiado, deteniendo así el uso de la preciada y única herramienta que viene incluida en nosotros / llamada cuerpo. Es menester de los padres educar creando, no necesariamente comunicándonos a través de las palabras con nuestros hijos, sino mas bien realizando actividades en conjunto, actividades que lleven en si una integración más solida que las palabras, hacer mas y hablar menos, los niños entraran en concordancia afectiva con sus padres al lavar un automóvil, al barrer una terraza, al picar verduras en la cocina. Obviamente el juego libre es una herramienta solida que ejerce movimiento, equilibrio, seguridad e imaginación a los infantes sanos, ¿quien no jugó a crear ríos en su jardín?, simulando villas y campamentos, ¿quien no trepo arboles como aquel que escala riscos tremendamente altos?.

Yo soy un amante del televisor, soy un amante de las animaciones, películas, reportajes, etc. Creo firmemente que existen contenidos positivos, tan solo es mantener un sano equilibrio en el que el televisor no sea el pacificador cómodo para los niños, no propiciemos los estados placenteros que podrían generar adicciones negativas en el futuro, eludiendo la madurez del individuo y aletargando su crecimiento.


Entre el mundo terrenal y el fantástico solo nos une la imaginación, los momentos que generan esto y enriquecen nuestro futuro…


Saludos.

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