jueves, 25 de agosto de 2016



La Mesa Puesta

No siempre logramos empatar los pensamientos, las ideas y los sentimientos. Es una vorágine de cambiantes impulsos que muy pocos tienen la gracia de manejar, por tal motivo es difícil tomar control en estos menesteres adecuadamente durante nuestras vidas. Aparte de ser un reto a la percepción introspectiva, requiere del observador una sinceridad extrema. Entendiendo esto y a través del tiempo que jamás se detiene para corregir una situación pasada, el estudio de nosotros mismos implica vivir el presente y solo por el presente.

Fácil malinterpretar estas palabras ya que nosotros pretendemos planear acciones futuras, a lo que automáticamente, activamos una chispa interior que nos lleva a soñar con algunas situaciones ya sean malas o buenas. Aquí es donde el tema de la percepción discierne en base a la distracción que de los sentidos el ser fue perturbado, la mente racional a través del envenenado inconsciente. Traducido en otras palabras: “No me preocupo cuando en mi mente solo abundan situaciones positivas para mi vida” ya que estos planes atraen pensamientos efectivos a mi mente, producen bienestar; sentimientos que por sí solos emiten vibraciones positivas, sentimientos atractivos, básicamente pasión por la vida, alegría de vivir. El problema viene cuando los planes futuros no son exactamente planes de crecimiento positivo… Cuestiones que atraen a nuestro ser un estado latente de angustia y preocupación. De aquí sin más nos alejamos de la realidad creando un mundo de fantasía decadente, dando peso a la conciencia global a través del “Ego” este a su vez alimenta nuestra mente, esto puede provocar mantenernos focalizados en un futuro crudo y adverso. De este modo nos alejamos de la observación introspectiva presente.

Hay que entender este proceso en dos planos que, aunque parecen diferentes están estrechamente entrelazados. 1. El hecho quántico / 2. El estado general donde se alimenta el ser.

Todos somos seres de átomos, todos somos por tanto transmisores de energía, todos nosotros por lo tanto somos seres de luz… Los átomos a nivel energético simple y menos complejo se comunican por medio de partículas eléctricas llamadas fotones, dichos fotones se intercomunican con otros átomos que circundan a nuestro alrededor. Obviamente los seres elevados logran tener una mayor interconexión con fotones a distancia. La teoría dice que como una red neural transmiten de partícula en partícula el mensaje o la intención necesaria al destinatario. El tema es complejo pero apasionante. Entonces si la energía que emiten nuestros pensamientos viajan a través del espacio energético podríamos decir que emiten una vibración. Las vibraciones se dividen en 2: Altas y bajas… En este sentido la ley cuántica dice que tus vibraciones atraen más de lo mismo. Por eso cuando vibras alto vas a estar rodeado de cuestiones positivas, sentimientos felices, literalmente el mundo en tus manos. Por añadidura cuando vibras bajo atraerás mucho mas de eso.

Aquí es donde entra el segundo punto referido a el “alimento del ser”. Donde nosotros lidiamos con un poco de realidad, otro poco de ficción y muchos paradigmas insertados en lo más profundo de nuestro subconsciente desde temprana edad. Hay que cursar la carrera de la vida para apenas entender algunos lustros posteriores que la vida está llena de retos que al tomarlos no siempre resultan como percibías el mundo… A través de la mente global, el simple estado público de las experiencias.

Lo físico no es lo que parece ya que el cerebro es al cuerpo lo que la mano al artista. El gran peso lo tiene un elemento no comprobado que a la vez todos sabemos que tenemos. ‘El Alma”, esta es el LINUX del hardware, es el sistema operativo del cerebro, y no solo eso, el alma realiza la conexión total entre el cuerpo y el universo, entre lo terrenal y lo abismal. Por tanto, se alimenta de energía, información, espacios y momentos.

Un breve resumen de cómo funciona esta maquinaria… La vida nos presenta conciencia social, la cual nos rodea y nos invade positiva o negativamente, pero ahí está siempre y todos los días, también tenemos la conciencia individual a través de la cual procesamos a nuestra muy particular manera lo que nos conviene. De ahí la información que recaudamos e interpretamos es insertada de manera imperceptible y efectiva en el subconsciente (nuestra realidad). Entre lo imperceptible y lo físico se encuentra nuestro Ego (aquel que piensa que todo lo hace y lo convierte en realidad, aquel que quiere jugar a ser Dios en una isla sin habitantes). La información pasa a nuestra mente, la mente invade nuestras emociones, nuestras emociones transforman nuestro estado físico y químico, y a través de todo este proceso el estado de las circunstancias, de lo posible e imposible (la energía transformada en realidad).

Este último punto es la cima neural de la culminación energética, la que mencionamos párrafos atrás. Entonces nuestra vida no solo es un vaso de cristal con agua, también es un diamante de luz y magia, donde el protagonista es el que de manera inteligente o estúpida prefiere llevar su vida, utilizar las herramientas a su favor y emprender el viaje a su meta.

La mesa siempre ha estado puesta, de manera personal cada quien deposita en alguien o en algo la petición energética, la posición energética que mantendrá el equilibrio en el presente (sus muy particulares creencias), esperando por medio de visualización, sentimiento y fe inamovible lo que desea.

El truco esta en no dejar que la conciencia social dictamine lo que podemos hacer o no, a eso le llama romper los paradigmas, de este modo evitamos que el Ego disfuncional crea firmemente que todo lo que somos y tenemos es a través de él, quitándole todo el peso a ese vínculo astral que me regalo mi padre, el creador del Universo. Así me gusta pensar a mi…

Gracias por su tiempo.


*Texto hípster de reconocimiento a un ser superior que controla entre otras cosas los más de 100 mil intercambios químicos que produce nuestro cuerpo por segundo desde que nacemos hasta que morimos, sin afectar en ningún momento el acto de escribir al mismo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario