La Mesa Puesta
No siempre logramos empatar los pensamientos,
las ideas y los sentimientos. Es una vorágine de cambiantes impulsos que muy
pocos tienen la gracia de manejar, por tal motivo es difícil tomar control en
estos menesteres adecuadamente durante nuestras vidas. Aparte de ser un reto a
la percepción introspectiva, requiere del observador una sinceridad extrema.
Entendiendo esto y a través del tiempo que jamás se detiene para corregir una
situación pasada, el estudio de nosotros mismos implica vivir el presente y
solo por el presente.
Fácil malinterpretar estas palabras ya que
nosotros pretendemos planear acciones futuras, a lo que automáticamente,
activamos una chispa interior que nos lleva a soñar con algunas situaciones ya
sean malas o buenas. Aquí es donde el tema de la percepción discierne en base a la distracción
que de los sentidos el ser fue perturbado, la mente racional a través del
envenenado inconsciente. Traducido en otras palabras: “No me preocupo cuando en
mi mente solo abundan situaciones positivas para mi vida” ya que estos planes
atraen pensamientos efectivos a mi mente, producen bienestar; sentimientos que
por sí solos emiten vibraciones positivas, sentimientos atractivos, básicamente
pasión por la vida, alegría de vivir. El problema viene cuando los planes
futuros no son exactamente planes de crecimiento positivo…
Cuestiones que atraen a nuestro ser un estado latente de angustia y preocupación.
De aquí sin más nos alejamos de la realidad creando un mundo de fantasía
decadente, dando peso a la conciencia global a través del “Ego” este a su vez
alimenta nuestra mente, esto puede provocar mantenernos focalizados en un
futuro crudo y adverso. De este modo nos alejamos de la observación introspectiva
presente.
Hay que entender este proceso en dos planos que,
aunque parecen diferentes están estrechamente entrelazados. 1. El hecho quántico
/ 2. El estado general donde se alimenta el ser.
Todos somos seres de átomos, todos somos por
tanto transmisores de energía, todos nosotros por lo tanto somos seres de luz…
Los átomos a nivel energético simple y menos complejo se comunican por medio de
partículas eléctricas llamadas fotones, dichos fotones se intercomunican con otros
átomos que circundan a nuestro alrededor. Obviamente los seres elevados logran
tener una mayor interconexión con fotones a distancia. La teoría dice que como
una red neural transmiten de partícula en partícula el mensaje o la intención necesaria
al destinatario. El tema es complejo pero apasionante. Entonces si la energía que
emiten nuestros pensamientos viajan a través del espacio energético podríamos decir
que emiten una vibración. Las vibraciones se dividen en 2: Altas y bajas… En
este sentido la ley cuántica dice que tus vibraciones atraen más de lo mismo.
Por eso cuando vibras alto vas a estar rodeado de cuestiones positivas, sentimientos
felices, literalmente el mundo en tus manos. Por añadidura cuando vibras bajo atraerás
mucho mas de eso.
Aquí es donde entra el segundo punto referido a
el “alimento del ser”. Donde nosotros lidiamos con un poco de realidad, otro
poco de ficción y muchos paradigmas insertados en lo más profundo de nuestro subconsciente
desde temprana edad. Hay que cursar la carrera de la vida para apenas entender
algunos lustros posteriores que la vida está llena de retos que al tomarlos no
siempre resultan como percibías el mundo… A través de la mente global, el
simple estado público de las experiencias.
Lo físico no es lo que parece ya que el cerebro
es al cuerpo lo que la mano al artista. El gran peso lo tiene un elemento no
comprobado que a la vez todos sabemos que tenemos. ‘El Alma”, esta es el LINUX
del hardware, es el sistema operativo del cerebro, y no solo eso, el alma
realiza la conexión total entre el cuerpo y el universo, entre lo terrenal y lo
abismal. Por tanto, se alimenta de energía, información, espacios y momentos.
Un breve resumen de cómo funciona esta
maquinaria… La vida nos presenta conciencia social, la cual nos rodea y nos
invade positiva o negativamente, pero ahí está siempre y todos los días, también
tenemos la conciencia individual a través de la cual procesamos a nuestra muy
particular manera lo que nos conviene. De ahí la información que recaudamos e
interpretamos es insertada de manera imperceptible y efectiva en el subconsciente
(nuestra realidad). Entre lo imperceptible y lo físico se encuentra nuestro Ego
(aquel que piensa que todo lo hace y lo convierte en realidad, aquel que quiere
jugar a ser Dios en una isla sin habitantes). La información pasa a nuestra
mente, la mente invade nuestras emociones, nuestras emociones transforman
nuestro estado físico y químico, y a través de todo este proceso el estado de
las circunstancias, de lo posible e imposible (la energía transformada en
realidad).
Este último punto es la cima neural de la culminación
energética, la que mencionamos párrafos atrás. Entonces nuestra vida no solo es
un vaso de cristal con agua, también es un diamante de luz y magia, donde el
protagonista es el que de manera inteligente o estúpida prefiere llevar su
vida, utilizar las herramientas a su favor y emprender el viaje a su meta.
La mesa siempre ha estado puesta, de manera
personal cada quien deposita en alguien o en algo la petición energética, la posición
energética que mantendrá el equilibrio en el presente (sus muy particulares creencias),
esperando por medio de visualización, sentimiento y fe inamovible lo que desea.
El truco esta en no dejar que la conciencia
social dictamine lo que podemos hacer o no, a eso le llama romper los
paradigmas, de este modo evitamos que el Ego disfuncional crea firmemente que
todo lo que somos y tenemos es a través de él, quitándole todo el peso a ese vínculo
astral que me regalo mi padre, el creador del Universo. Así me gusta pensar a
mi…
Gracias por su tiempo.
*Texto hípster
de reconocimiento a un ser superior que controla entre otras cosas los más de
100 mil intercambios químicos que produce nuestro cuerpo por segundo desde que
nacemos hasta que morimos, sin afectar en ningún momento el acto de escribir al
mismo tiempo.
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