Mi tierra.
Dividir el sentido social en la más extensa
evolución de experiencias humanas, no solo es importante para la razón, es mas
bien un resultado imperativo y lógico en el proceso de la vida. No así donde
todo va a llevar a una estabilidad ecuánime, ya que al provocar estos puntos
de enlace fragmentados por la desigualdad, la división, la falta de empatía, las
implicaciones raciales de género, intelectuales, religiosas, políticas,
familiares, de costumbres y apegos, de tradiciones y entendimientos diversos,
encontraremos muchas veces un ajeno indicio de separación, o una oscura
estrategia que beneficie realmente a una minoría afectando paralelamente a
otra. Dando sanciones políticas en un marketing gubernamental el cual lucha o
defiende en imagen a muchos, pero al aplicarlo en la práctica partidista
descompone así el motivo en la otra agenda. Una agenda oculta y diferente a el
producto promovido. Vendiendo así algo que estaba fuera del catálogo sin cláusula
de retorno, sin lograr cambiarlo. Muchas veces si la empatía y el miedo
político se unen, las cosas pueden empeorar más. La ceguera social y el
revanchismo aplicado a una decisión que conviene a las masas muchas veces es elegida
por el sentimiento de venganza y sin razón, ignorancia que conlleva a una
desigualdad mayor, que irónicamente no ataca ni modifico el acto inicial, la
impulsiva decisión de cambiar sin analizar de manera correcta lo que implica.
Entonces es ridículo culpar cuando nadie
analiza quien es y que conforma el paquete de consecuencias positivas y
negativas, la gente suele negar el haber apoyado una causa estúpida o negativa,
la gente niega haber caído en una trampa la cual complica el entorno social, la
base familiar, la tranquilidad implícita.
Confrontar el pensamiento con palabras, solo es
eso, tan solo es colocar en pregunta el trastorno de atención que las personas
por comodidad prefieren. Las decisiones importantes son tomadas por terceros,
por la mayoría, por lo que no es eficaz y determinante.
Las tendencias dan argumentos, los argumentos
de esas masas que muchas veces están siendo manipuladas como el anterior
párrafo, no son otra cosa que una tormenta perfecta de caos y complicidad
pasiva. Hablar de diferencias es entrar en un mundo de conveniencias,
lamentablemente para todos, las decisiones son en un buen porcentaje
maniobradas para llevar como bandera de candado el promover la causa o la idea
en una base que si no aplica la nueva tendencia intacta y cuadrada como es, es
automáticamente agredida por un supuesto conservador o liberal listo para acabar
con el bienestar general (supuestamente). ¿Quiénes aceptan los nuevos dogmas? ¿En
qué laboratorio se ponen en práctica? ¿Qué tipo de individuos son los óptimos para
aplicar la nueva idea? El grupo, el lugar y el momento serán determinantes para
que la campana mercadológica surta efecto. Hacer el menor esfuerzo para que
esto se divulgue y viralice de manera pandémica. Así las buenas ideas como
también las pésimas.
Es muy fácil criticar algo que ya esta en
marcha y no funciona. Lo que es difícil es hacer a un lado el pensamiento
consuetudinario social y analizar el objeto antes de ser lanzado a el espacio.
Confiar en la idea interna que el raciocinio personal alcanza a ver en la
matrix social. Lo mismo con personas, que con proyectos, leyes y estrategias.